Nuestra historia


Agosto 1977

Club Universitario de Arquería de Buenos Aires

El CUDA, Club Universitario de Arquería de Buenos Aires, fue fundado en el año 1973. Su nombre se debe a que la mayoría de los jóvenes que se reunieron, amantes del deporte, eran estudiantes universitarios unos y profesionales otros. Decidieron agruparse y formar un club para poder reunirse y practicar el deporte en forma organizada, participando en los primeros torneos que comenzaban a realizarse, en una actividad  deportiva poco conocida para la mayoría de la gente en esa época.

Comenzaron tirando en un country, en Ing. Maschwitz, con pocos elementos y sin demasiados conocimientos en todo lo referente al deporte. Además, en esa época era muy escasa la información que llegaba y los pocos arcos y flechas que había se prestaban entre los integrantes del grupo.

Para conformar un club con Personería Jurídica fue necesario incorporar esposas y amigos porque había que formar una comisión y no se contaba con el  número de “arqueros” integrantes suficientes para ser inscripto en la Inspección General de Justicia.

Entre los socios fundadores del club podemos mencionar, en primer término, a Roberto M. Malkassian, socio número 1 y primer presidente y entre otros integrantes de esta primera “lista”, encontramos nombres como Claudia Monticcelli de Malkassian; Fernando Uhia (quien ganara en el año 1979 la primera Estrella Fita, otorgada a un arquero argentino); Eduardo Pienovi;  Lucía Hebe Morán; Eduardo Díaz Giordano y otros más con quienes  lograron completar los once miembros titulares de esa primera lista.

La Personería Jurídica se obtuvo en 1974 bajo el expediente 1541 de la Inspección General de Justicia (IGJ) y, luego de obtener este trámite que nos ”legalizaba” como institución, se formó la primera Comisión Directiva, ingtegrada por todos “arqueros”.

Primer acta del CUDA

A la vez que nacía el CUDA, en distintos puntos de país comenzaron a organizarse otras instituciones con el empuje de otros pioneros como fueron Juan Carlos Álvarez, en Córdoba, Juan Carlos Aranda (Tiro Federal San Nicolás) , Carlos Braco, también en Buenos Aires,  Miguel y Olga Copello, Osvaldo Lazaron, Chiche Buetto, Miguel Pafundi (Tiro Federal San Martín) y el correntino Izaguirre. Varios de ellos, con el transcurso de los años se alejaron del CUDA para conformar otras entidades deportivas.

En el momento de escribir esta historia, el CUDA tiene al primer socio que alcanzó la categoría de Socio Vitalicio. Ignacio Bonorino, socio número 29, fue presidente del club durante casi 17 años y continúa trabajando y aportando su experiencia.

Adolf Siegert, un socio de origen alemán fue quien “motu proprio”  se encargó de forestar el antiguo predio donde funcionó el club hasta 2010, como muchos otros socios que trabajaron en esas primeras épocas, dándole el auge y la importancia que hoy día tiene.

El CUDA arrancó durante su fundación en el country de uno de los socios. Luego, mediante un convenio con la UBA, accedió a un predio en la Ciudad Universitaria de Buenos Aires, tras haber cambiado de ubicación tres veces a lo largo de los años.

Ya en Ciudad Universitaria ocupó primero el predio donde está actualmente la pileta de natación. Y los arcos, paraflechas, todo el material, se guardaba en un pequeño depósito que era llevados al campo, todos los fines de semana, en los autos de los socios.

Agosto 1977, Primer campo tiro en Ciudad Universitaria, donde actualmente está la pìleta de natación.

Luego pasó a un predio a orillas del río, donde funcionó durante muchos años y que en sus comienzos la “tarea administrativa” se hacía con una mesa y una silla junto a un pequeño arbusto que con los años se transformó en un frondoso árbol que nos cubría en los calurosos veranos.  Esa era la “oficina” de atención a los socios. Luego, para guardar los materiales, nos facilitaron las casillas de una de las entradas a Ciudad Universitaria (la puerta 1) y más adelante nos facilitaron un galpón de mantenimiento.

En la década del 90, y luego de años de insistir, se logró la  instalación, previa autorización,  de  dos contenedores, uno destinado a oficina y el otro a depósito de materiales, unidos por un patio techado. Allí comenzó el CUDA a tener su “sede”. Otro avance fundamental fue instalar una parrilla al costado del patio. Todo un adelanto para el club.

En el año nuevo de 2000 se produce un robo y un incendio de grandes proporciones que destruye el  depósito con todo el material de arquería en su interior, blancos, arcos, flechas, todo el material para tiro, incluido un tractor recién comprado que se utilizaba para cortar el césped del campo de tiro. Todo, absolutamente todo, quedó convertido literalmente en un charco de aluminio fundido por las altas temperaturas dentro del contenedor.

Pero… Gracias a la colaboración de muchos socios que donaron arcos y flechas y trabajaron muy duro junto a la Comisión Directa, se pudo poner nuevamente al club en condiciones de retomar las actividades de cursos y la práctica de tiro y así el CUDA resurgió de entre las cenizas.

En 2001, debido a problemas con la Universidad, el CUDA  se trasladó a Olivos, al Club de Empleados de Comercio donde funcionó en forma precaria durante dos años, y,  para no “perder presencia” en el lugar en el que llevábamos muchos años, los socios continuaron asistiendo al predio en Ciudad Universitaria pero sin tirar.

Luego de una serie de trámites y reuniones realizadas por miembros del club se consigue la autorización para regresar a nuestro predio. Siempre el CUDA debió afrontar los acontecimientos adversos que fueron surgiendo.

En 2010 comenzó la construcción de un edificio de investigación dentro de Ciudad  Universitaria que se emplazó en el predio que ya era “nuestro lugar”.

Una vez más hubo que mudarse. Nos instalamos donde estamos actualmente, limitando al norte con el Club Universitario Buenos Aires (CUBA) y al este con la costa del Río de La Plata. Y otra vez hubo que pone el hombro. Ninguna vicisitud nos impediría tener nuestro campo.

El terreno se hallaba cubierto de malezas, arbustos y basura de todo tipo, con grandes desniveles que fue necesario poner en condiciones. El relleno y nivelación del predio estuvo a cargo de Emmanuel Di Giuseppe (el tano) y Héctor Cirigliano, (tesorero del CUDA en esa fecha debido a la renuncia de Eduardo Hartkopf) con especial dedicación de Isaura Martul, quien como arquitecta y socia asesoró en esa dura tarea. Diseñaron y ubicaron la plataforma de cemento, base donde se asentarían las actuales instalaciones del club. Más de 150 camiones de tierra fueron necesarios para rellenar y nivelar el terreno hasta dejarlo en condiciones. En esta tarea colaboraron muchos socios, cuyos nombres sería arduo enumerar  que brindaron su apoyo incondicional.  En esos momentos presidía el club Estanislao Osores Soler.

El 18 de diciembre de 2010 finalmente nos mudamos.

Las comisiones que continuaron el trabajo, mejorando y ampliando las instalaciones  fueron las presididas sucesivamente por Emilio Renda, Carmelo Dominici y Héctor De Carlo, que en octubre de 2016 renovó su cargo por dos años más.  El club siguió creciendo y en la actualidad es el más grande de Argentina con unos 300 socios activos.

Se ampliaron y mejoraron las instalaciones, se forestó una buena parte del área social y se construyó un quincho con una parrilla adosada. Además los socios tienen la oportunidad de estacionar sus vehículos en un amplio sector de estacionamiento.

Todo esto se realizó en perfecta armonía entre las comisiones salientes y entrantes de los últimos años, que continuaron la obra comenzada por las anteriores, cosa bastante inusual en nuestro país.

La actividad no se agota sólo en lo deportivo sino que el aspecto cultural es muy importante.

Desde el año 2000 se realiza el Torneo Medieval de Tiro con Arco que además de las competencias de tiro incluyen charlas sobre Medicina y  Alimentación Medieval, Heráldica, fabricación de cuchillos, demostraciones de cetrería, música celta y danzas antiguas. La organización del torneo se halla a cargo de Ricardo Fermé y sus colaboradores que trabajan desde hace varios años para mejorar constantemente el evento.

En el año 2013, debido a la presentación realizada por Héctor Cirigliano y Leonardo Killian el  Torneo Medieval fue declarado de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires bajo el expediente 2499 D 2013 votado el 3 de octubre de 2013.

En cuanto al aspecto literario, debido a la participación de los socios el club cuenta con tres libros publicados.

  • Arquería. El CUDA y su mística. Recopilación de Estanislao Osores Soler. Ed. Kier, 2008, Buenos Aires. Primer libro del CUDA escrito por un grupo de socios del club sobre diferentes aspectos del Tiro con Arco.
  • El Camino del Arco.   Héctor Cirigliano y Leonardo Killian. Ed. Biblos. 2009, Buenos Aires.  (Declarado de Interés Cultural por la Legislatura de CABA en mayo 2014)
  • Manual de Tiro con Arco. Héctor Cirigliano. Ed. Del Nuevo Extremo. 2009, Buenos Aires.

En el aspecto deportivo el club cuenta con una extensa historia de logros nacionales e internacionales.

En la actualidad en el CUDA funciona la Escuela Sede del Programa de Desarrollo de Estructuras Nacionales a cargo del Entrenador Nacional Claudio C. Varisco, con la colaboración del entrenador Ricardo Franco, y secundado en la Preparación Física por el Lic. Héctor Cirigliano. Se trabaja con un numeroso grupo de adolescentes en pro de la formación de un Equipo Deportivo, logrando insertar representantes de nuestro Club en tres Mundiales Juveniles (Wuxi China 2013, Yankton USA 2015 y Rosario Argentina 2017), en los JJOOJJ de Nanjing en 2014, y en los JJOOJJ que se realizarán en CABA en 2018, además de otros torneos internacionales.

Todos los logros mencionados fueron conseguidos durante muchos años de trabajo y gracias a la colaboración de un importante número de socios que dedicaron y dedican valiosas horas de su tiempo en  aras del crecimiento de una institución señera en el Tiro con Arco en nuestro país.

No podemos poner punto final a esta “biografía” del CUDA, en la que, sin duda, faltan muchas historias, sin hablar de lo logrado por dos de nuestros jóvenes arqueros.

En 2013, Francisco Rodríguez Sas logró, con 16 años, por primera vez en la historia de la arquería argentina una plaza olímpica, fue en el Campeonato Mundial de la Juventud realizado en Wuxi, China. Hubo de revalidar la plaza entre otros chicos, acá en Buenos Aires, y la retuvo, presentándose así en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nanjing, China, en 2014.

Este año, 2018, Agustina Giannasio, 15 años,  ganó la plaza olímpica femenina en los Juegos realizados en Guatemala y nos representará en los JJOO que se realizarán en octubre en nuestro país.

Muchas cosas sucedieron, mucho trabajo se hizo, mucho falta por hacer. Larga vida al CUDA.