Reproducimos la entrevista de Yannick Zaputovich publicada en el portal Argentina Dorada.
Agustina Giannasio: “El deporte te hace una persona más respetuosa”
A los 15 años, Agustina Giannasio se convertirá en la primera representante argentina de tiro con arco en un Juego Olímpico en Buenos Aires 2018.
2014. Meliquina, provincia de Neuquén. “La Arquería” es el restaurante elegido por Adrián, Alicia y su hija para almorzar durante sus vacaciones en el sur del país. Agustina vio blancos y arcos colgados dentro del establecimiento que le llamaron la atención. “Pa, ¿Se puede tirar con eso?”, curioseó. “Preguntamos”, le contestó el padre. Podría haber sido parte de la decoración, pero eran parte del menú. El encargado los llevó al patio y pasaron toda la tarde jugando. La que más se entretuvo fue Agustina. Ya nada sería igual para la familia Giannasio. Al regresar, Adrián y Agustina tomaron un curso básico en el Club Universitario de Arquería (CUDA). Meses después inició un proyecto histórico para el deporte argentino.
Mayo de 2018. Ciudad de Guatemala. Por primera vez en la historia el tiro con arco contará con representación argentina en un Juego Olímpico. Agustina Giannasio culminó tercera en la categoría cadete de la prueba de arco recurvo con un registro de 622 puntos y obtuvo la plaza americana. Hubo mucho trabajo para llegar a este hito.
El programa Buenos Aires 2018 inició en 2014 y buscó extender el alcance de los deportes en el territorio nacional. El tiro con arco fue, como muchos otros deportes poco populares en Argentina, uno de los más beneficiados. No había muchos chicos y chicas que hayan nacido entre 2001 y 2003 que practicaran este deporte. Jorge Cabrera lideró el proyecto como Director Técnico Nacional y se alcanzó a tener un total de 80 jóvenes con la edad requerida para estar en la tercera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Fue un trabajo inédito con juveniles, algo inusual en una disciplina que cuenta con representantes que tocaron un arco por primera vez con mas de 30 años, como Fernanda Faisal, atleta panamericana en Toronto 2015 y también entrenadora durante estos cuatro años de trabajo.
Walter Collura, el entrenador personal de Agustina, le da indicaciones en un domingo nublado. Están calibrando las nuevas flechas que adquirió mediante un nuevo sponsor (doce fueron gratuitas y le vendieron otra docena). El sábado no entrenaron por el fuerte viento y el clima adverso, por lo que deben tener un domingo intenso. Se están preparando para el Panamericano y Parapanamericano de tiroc con arco, que se disputará del 14 al 19 de Agosto en Medellín. Por primera vez viajará junto a una delegación absoluta a un torneo internacional en el que competirá en la categoría cadete.
El sol comienza a asomarse entre las nubes durante unos segundos, al mismo tiempo que Agustina se sienta a descansar unos minutos. Mientras, el resto de los arqueros continúan practicando. Es tímida, pero cuando habla del deporte que practica lo hace con contundencia y seriedad.
¿Hubieras llegado al deporte por otro lado?
No, sinceramente dudo mucho que hubiese llegado al deporte desde otro lado porque no es un deporte conocido, es muy difícil de encontrar. Si hubiera llegado al deporte tal vez sería por ver muchas peliculas que tienen arco y flecha, pero dudo mucho que hubiera dado el paso por mi sola para aprender sin haber tirado en ese restaurante en el sur.
¿Qué valores te quedaron gracias al proyecto de Buenos Aires 2018?
El respeto de deportista a deportista y de persona a persona en la vida cotidiana. También la amistad. No digo llevarse bien con todo el mundo, sino nunca tratar mal a una persona, tiene que ver con el respeto también. El juego limpio, honesto. No hacer trampa. Es lo que más resalto de lo que aprendí en estos años.
¿Qué es lo más raro que viviste o algo que creés que no hubieras experimentando si no fuera por el deporte?
No sé si se puede decir raro, pero sí algo que nunca esperé que me iba a pasar en mi vida es tener amigos de confianza, bastante íntimos, de otros países. Nunca pensé que iba a tener a alguien tan cercano y tan lejos.
¿Cuando terminen los Juegos vas a seguir con tu carrera juvenil?
No lo planteamos mucho, porque estamos enfocados en los Juegos. Después lo más seguro es que empiece a entrenar 70 metros, la distancia de mayores, a ver si puedo empezar a competir con los más grandes.
¿Hay ejercicios para mejorar el pulso o para estar más calmo a la hora de tirar?
Trabajamos los músculos para que sean más firmes. Para bajar las pulsaciones hacemos mucho trabajo aeróbico. Cuando estamos tirando no respiramos y cuanto más tiempo abrimos el arco, más tiempo estamos sin aire y más se acelera el corazón.
Vas una vez por semana al CeNARD ¿Qué trabajás ahí?
En su momento estaba trabajando con la psicóloga, Patricia Whiteman. Ahora trabajamos por Skype, pero los días que la puedo ver, la veo. También trabajo con el nutricionista Roberto Baglione que me dio un plan para regular la alimentación. También veo al cardiólogo, más de vez en cuando, pero viene bien revisarse. Más que nada veo a Fernando Volante, el preparador físico, que me da varios ejercicios para entrenar el tren superior, para empezar a fortalecerme más.
Una vez dijiste que la cabeza es un 70% del rendimiento en el tiro con arco ¿Cómo se entrena la cabeza para poder rendir mejor?
Lo mejor es un psicólogo deportivo. En mi experiencia, ir a uno, empezar a leer libros de psicología fueron unas de las cosas que marcaron el paso del cambio tan grande que tuve para poder llegar hasta acá. También es mucho de lo que pueda poner uno. Vos tenés que ir a la linea de tiro y tirar la flecha, tenés que decidirte de soltarla. La confianza y al decisión, a pesar de que las trabajes con alguien y todo, las tenés que poner vos.
¿Sentís que el deporte te sirve para la vida?
Si. También del lado de la salud, pero como persona ciertamente, trabajando la parte psicológica y teniendo proyectos como este, cambia bastante tu forma de ser, de pensar, de ver las cosas. No sé cómo explicarlo… Es raro, pero simplemente te hacés una persona mucho más respetuosa. Podés ver al otro, comprenderlo y dejarlo tener sus pensamientos.
Por Yannick Zaputovich